Las asociaciones culturales

Punta de lanza de la dinamización cultural

Diversas Asociaciones Culturales son, con mayor o menor fortuna, las puntas de lanza de la dinamización cultural de la zona, complementando o sustituyendo, en muchos casos, la labor institucional de los Ayuntamientos.
Formadas alrededor de un Casino, antigua Escuela o Edificio Social, con el pilotaje de escritores, sociólogos o etnógrafos preocupados por las raíces autóctonas de sus pueblos, pretenden salvaguardar las tradiciones seculares, aflorar y documentar su patrimonio, y – finalmente – dar un “empujón” al placer estético de asistir a conciertos, recitales, conferencias, talleres de artes plásticas, y otras fórmulas de índole cultural.

No es necesario advertir que la mayor parte de las actividades de estas Asociaciones Culturales tienen lugar durante los meses del verano, dada la estructura poblacional del territorio, donde los pueblos solo recuperan un cierto pulso comunal durante el período de vacaciones.
Aunque la incidencia y calidad de sus ofertas son muy desiguales, resulta útil realizar un inventario de Asociaciones Culturales, relacionando las más conocidas. Y, quizás, ofrecer algunas pinceladas de apoyo, para enmarcar alguna de ellas.

  • Lugueros : “Centro de Estudios Dama de Arintero “ (1)
  • Tolibia de Arriba : “Los Duendes de Tolibia” (2)
  • Sopeña de Curueño : “La Nogalona”
  • La Mata de Curueño : “La Mata de Curueño. Un pueblo que nos une”
  • Santa Colomba de Curueño : “Santa Ana“
  • Ambasaguas de Curueño : “El Canto”

Notas.-
(1) El “Centro de Estudios Dama de Arintero”, de Lugueros, fue fundado por Isaac González, y tiene como objetivo la recuperación de elementos del antiguo sistema de vida, los juegos y la legendaria tradicionales. Aunque parezca una Asociación ´durmiente´, en realidad realiza una extraordinaria labor de documentación de todas las tradiciones del Alto Curueño.
(2)  “Los Duendes de Tolibia” es una pujante Asociación Cultural, de reciente constitución. Aglutina a varios centenares de socios, repartidos por toda España, y ha puesto en pie una formidable labor de recuperación de la memoria, las tradiciones y los valores del río Curueño. Publica la revista anual “ARBOLIO”, de impactante edición, con vocación preponderantemente turística, y concede cada año el galardón de “Duende de Honor”, a personas significadas por sus aportaciones a la comarca. Está pilotada por un entusiasta núcleo de hijos del pueblo, bajo la coordinación de Sabino González.

Los Casinos y los Centros cívicos. Foros de esparcimiento y cultura

En la primera mitad del siglo XX, el fenómeno de los indianos constituyó toda una eclosión social para los pueblos del norte de León. Su salida masiva hacia “Las Américas” tuvo enormes consecuencias económicas, como la dotación de escuelas, fuentes públicas, iglesias y la creación de Casinos o Centros Cívicos, gracias a sus remesas.
Tal es el caso del Edificio ahora bautizado como de “usos múltiples”, de Lugueros. Estas dotaciones comunitarias serían el embrión de una vida social, donde el esparcimiento y la cultura hallaron su localización natural.
Tras la guerra, estos locales sustituyeron a los Filanderos, como punto de reunión vecinal, y aunque en un principio se les dio un uso mayoritariamente lúdico, como locales de baile, inmediatamente se organizaron en ellos obras de teatro, exhibiciones de cine, conciertos y otras actividades. Finalmente sirvieron de base para la constitución de las actuales Asociaciones Culturales, y de local de actuaciones de todo tipo.
En los pueblos donde no se edificaron casinos, su función fue asumida, en la medida de lo posible, por las escuelas que se iban abandonando por falta de niños, e incluso en las iglesias. Actualmente un número muy alto de actuaciones culturales, como conciertos, tienen lugar en las iglesias, que gozan de la ventaja de una acústica en general muy correcta.

Las jornadas culturales. Un encuentro puntual con creatividad y memoria

Corresponde a Cármenes el título de pionero en la celebración de Semanas o Jornadas Culturales. De ello hace casi 30 años, y a partir de ese momento su ejemplo se extendió a otros pueblos de la provincia, para tejer en la actualidad una malla de actuaciones que puntean el territorio, durante los meses del verano.
Pero hemos de advertir que en la promoción cultural no vale dar “gato por liebre”. Algunas mal llamadas Jornadas culturales pretenden mantenerse con algún juego popular, una charla o una comida de hermandad. Todo puede ser bueno, pero la CULTURA, con mayúsculas, requiere de un mínimo de calidad y rigor.

La Mancomunidad del Curueño se honra en mantener en pie una modélica oferta cultural, durante los meses de julio y agosto, en que se ofrece a los asistentes un abanico de actividades de altísimo nivel: Representaciones teatrales, conciertos de música folk y clásica, orquestas, solistas, recitales de poesía, grabaciones del folklore propio, presentaciones de libros, talleres de artes plásticas, exposiciones de pintura y fotografías, conferencias ? toda una oferta cultural de altos vuelos, no contaminada por un localismo trasnochado, sino abierta a las corrientes estéticas del país.

Se trata de la localidad de Valdelugueros, cuyas jornadas culturales son un reclamo indispensable en el verano provincial.
Esta apresurada relación de realidades y proyectos involucran cada vez a más personas, como protagonistas directos o como interesados y destinatarios de este florecimiento cultural. Se verifica así un retorno a la memoria del territorio, en sus aspectos más enriquecedores, teniendo en cuenta que el resto de las actividades comunales, incluida la ganadería, han sufrido ya grave menoscabo, al igual que en todas las zonas rurales de la región.

La cultura se configura así como elemento dinamizador de primer orden, y es intención de la Mancomunidad de municipios del Curueño fomentarla y priorizarla, junto con el turismo y las industrias del ocio, como eje matriz de su desarrollo